28 de octubre de 2014

Reflexión Marco Personal. Módulo 2

Los servicios de orientación tienen como misión principal que las personas que buscan empleo sean autónomas en el proceso de búsqueda, poniendo a su disposición los instrumentos, herramientas y estrategias que favorezcan el desarrollo de esas competencias. 
Los cambios constantes del mercado de trabajo nos obligan a conocer el contenido de los puestos de trabajo a los que queremos optar, valorar si contamos con las competencias necesarias para trabajar en lo que queremos, si nos sirve la experiencia que ya poseemos o si necesitamos algún título o certificado determinado para realizar un determinado trabajo…
Del mismo modo, que necesitamos saber  cómo son los sectores productivos y las empresas de nuestro entorno, cuáles son los puestos de trabajo en los que se está generando empleo y dónde los podemos encontrar, etc.
La orientación profesional nos ayuda en todo este proceso, facilitándonos las herramientas y los recursos para conocer la realidad actual del mercado de trabajo y los requisitos que nos piden.

Teniendo en cuenta esto, añadir que, como orientadores laborales, es fundamental tener, y si no tenemos, aprender y desarrollar nuevas formas de enseñanza, estar continuamente innovando en nuestro trabajo, con esto me refiero tanto a la adquisición de habilidades sociales, fundamentales en nuestro día a día al tratar continuamente con personas, como en las herramientas que utilizamos. Igual que aprendimos a manejar un ordenador, por complicado que nos pareciese en su momento, a mandar correos electrónicos o a manejar determinados programas, podemos y debemos conocer las herramientas digitales. Muchas veces recurrimos a herramientas conocidas por no “complicarnos la vida” o porque se nos hace un mundo aprender nuevos recursos, sobre todo si estos son digitales, pero la mayor parte de las veces al darnos cuenta de que “somos capaces de hacerlo”, seguramente nos sintamos satisfechos con el trabajo realizado y no alegremos de haberlo realizado porque será justo en ese momento cuando estemos en condiciones de opinar, criticar y decidir si lo queremos usar o no en el futuro; y si esa herramienta en cuestión es capaz de hacernos el trabajo diario más fácil y llevadero seguro que la adoptaremos como herramienta de trabajo como hicimos anteriormente con otras muchas.


El desarrollo de las habilidades sociales es un aspecto clave y prioritario en el proceso de orientación. Además, resultan ser conductas aprendidas, esto quiere decir, que no nacemos con un repertorio de habilidades sociales, sino que a lo largo de nuestro vida, vamos incorporando algunas de ellas para comunicarnos con los demás. El hecho de poseerlas evita la ansiedad en situaciones sociales difíciles o novedosas, facilitando la comunicación emocional, la resolución de problemas y la relación con los demás.

Como hemos podido ver, el tema de las habilidades sociales se encuentra presente en nuestra vida diaria, ya sea tanto por la presencia de éstas como por su ausencia, tanto en ambientes laborales como entre amigos. Aprender y desarrollar estas habilidades en uno mismo es fundamental para conseguir unas relaciones óptimas y satisfactorias con los demás. Son muchos los beneficios que obtendremos con su puesta en práctica, como conseguir que no nos impidan lograr nuestros objetivos, saber expresarnos y tener en cuenta los intereses, necesidades y sentimientos ajenos.



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